Revista cultural Violante - Nº 11 - (enero-marzo 2014)
El horizonte enrojecido entre frágiles brumas,
hojas pardas y doradas por el tiempo,
canto de cigarra transido tras la calma,
una castaña asada en el fogón del labriego;
señales ensalzando una capa de otoño en nuestros cuerpos.
Albergando la lumbre bajo la luna errante
tras la huella de aquellos que cavaron zanjas de dolor,
atrincherando esfuerzo, afianzando luchas contra el yugo
que robe el brillo de unas pupilas surcando venturas;
el otoño llega a nuestro zaguán
tendiendo un áureo azar entre visillos.
Sombras bailando en la noche plateada
nos recuerdan el despertar de un rumbo ajado,
si olvidamos el inexorable paso de la realidad,
entretejida en paños de gimoteos absurdos,
cuando la luz irradia en nuestros brazos.
Nada puede detener la llegada de la tarde
engarzada entre ramos desnudas,
llenando de hojarasca la ciudad,
recordando al hombre solitario,
al aldeano, a la mujer campestre, a la metropolitana
a todos los insignes, los enigmáticos
que tras la hoja dorada que cubre su morada,
el frío invierno, puede sorprender lejos.
hojas pardas y doradas por el tiempo,
canto de cigarra transido tras la calma,
una castaña asada en el fogón del labriego;
señales ensalzando una capa de otoño en nuestros cuerpos.
Albergando la lumbre bajo la luna errante
tras la huella de aquellos que cavaron zanjas de dolor,
atrincherando esfuerzo, afianzando luchas contra el yugo
que robe el brillo de unas pupilas surcando venturas;
el otoño llega a nuestro zaguán
tendiendo un áureo azar entre visillos.
Sombras bailando en la noche plateada
nos recuerdan el despertar de un rumbo ajado,
si olvidamos el inexorable paso de la realidad,
entretejida en paños de gimoteos absurdos,
cuando la luz irradia en nuestros brazos.
Nada puede detener la llegada de la tarde
engarzada entre ramos desnudas,
llenando de hojarasca la ciudad,
recordando al hombre solitario,
al aldeano, a la mujer campestre, a la metropolitana
a todos los insignes, los enigmáticos
que tras la hoja dorada que cubre su morada,
el frío invierno, puede sorprender lejos.
Gloria Gómez Candanero
PUEDES ACCEDER A TODAS NUESTRAS PUBLICACIONES ANTERIORES DESDE:
...
No hay comentarios:
Publicar un comentario